Por primera vez, alumnos argentinos prometen la bandera de manera virtual. No te pierdas esta historia que se relaciona con este acontecimiento.
Son los primeros días de junio y muchos chicos que están en cuarto grado se sienten un poco inquietos, raros, desorientados. Saben que este año les toca su promesa de lealtad a la bandera, pero en un momento tan particular donde transitan, como todos, la cuarentena. No va a ser lo mismo. Las clases, que antes eran en el cole, ahora son de manera virtual, y este evento tan especial, no será el de siempre. Franca no es la excepción. Hace ya varios días que les viene preguntando a sus papás:
-¿Cómo va a ser la promesa a la bandera este año? Los chicos que hoy van a quinto, el año pasado la hicieron en el patio del cole…pero ¿este año qué va a pasar?
Sus papás la ven entusiasmada, porque saben la importancia de este compromiso y le preguntan: – ¿Vos sabés qué significa esto de “prometer” la bandera? Fran se queda mirando, sabiendo que no se va a quedar con la duda.
-Le voy a preguntar a la seño Maru y de paso, que me cuente si este año se hace o no, ¿les parece?- dice con su dulce y especial voz, ante la mirada atenta de su familia.
Ese mismo día, en la clase virtual de Ciencias Sociales, pregunta sobre el tema. La seño, responde:
-Muy buena tu pregunta. Les cuento, la primera vez que se juró la Bandera fue el 25 de Mayo de 1812 en Jujuy, aunque muchos coinciden en que ese día más que una jura fue una bendición para que protegiera a los soldados del ejército. Es una demostración de amor a nuestra insignia patria, un tributo a la memoria de quienes nos antecedieron en la vida y construyeron nuestro país. Es una muestra de adhesión a los valores que inspiran nuestra nacionalidad. ¿En qué consiste? Por lo general, alguna autoridad del cole, lee el discurso de Manuel Belgrano y los alumnos responden: «Sí, prometo»
El juramento a la Bandera Argentina que redactó Belgrano dice así: “Hasta este punto hemos tenido la gloria de vestir los símbolos nacionales que nuestro Gobierno ha designado; para defenderlo, nuestras armas aumentarán las suyas, juremos vencer a nuestros enemigos, exteriores e interiores; haciendo de América del sur el templo de la Independencia, de la libertad y de la unión. En fe de que así suceda, juradlo y decid conmigo “viva la patria”.
Continuando, agrega, la seño: -Ese acto, con el que se pretende que los niños asuman un compromiso, implica la idea de inclusión dentro de la sociedad y, en realidad, esa promesa de lealtad encierra valores de la identidad argentina, con sus propios compañeros, sus padres y el resto de las personas. Ahora ya lo saben. Y de paso, les cuento, este año, la promesa, la vamos a hacer manera virtual
Uno de los chicos, Facundo, pregunta: -¿De manera virtual? ¿Cómo sería eso?
-Sí, chicos – explica la seño. -Este año vamos a realizar el acto el viernes 19 de junio, a las 11 de la mañana. Les voy a recordar el día anterior, que durante su promesa estén con el guardapolvo puesto y si pueden, con alguno de sus papás. Es un momento muy importante y sería lindo compartirlo con la familia. Luego de cantar el himno, la directora va a leer la promesa con el discurso de Belgrano. Cuando finalice, va a preguntarles: Queridos estudiantes ¿prometen defender esta bandera celeste y blanca?, y ustedes dicen todos muy fuerte y a coro, “si, prometo”. Si tienen en casa algún pañuelo, tela o remera celeste y blanca, les voy a pedir que la tengan a mano, así cuando hagan la promesa, agitan sus “banderas caseras”, ¿están de acuerdo?
Los chicos, sorprendidos, contentos, pensaban que este año no había jura, pero la seño les da la mejor noticia, algo que no esperaban: van a tener su promesa, diferente, pero con la misma sensación de compromiso y fidelidad.
En la cena, esa misma noche, Fran les cuenta a sus papás todo lo que había pasado en clase. Ellos, muy contentos, le dicen que el viernes 19 van a estar acompañándola, en ese especial momento.
Este año, muchos chicos argentinos van a hacer su promesa de lealtad a la bandera como Fran. La deben disfrutar y vivir como si estuvieran en el patio de sus colegios, y hoy, y todos los días, abrazar a su bandera, uno de los símbolos más hermosos que tenemos como patria.
Por Luciana Blanco.