El 6 de julio se cumple un nuevo aniversario de la fundación de Córdoba. Ese día de 1573, a orillas del Río Suquía, Jerónimo Luis de Cabrera decretaba su nacimiento.
Hace 447 años, en lo que hoy son las barrancas de Barrio Yapeyú, Jerónimo Luis de Cabrera Zúñiga y Toledo fundaba “Córdoba de la Nueva Andalucía”.
Aquel 6 de julio de 1573, en ese margen del río Suquía ubicado unos kilómetros al este de lo que hoy es el centro, el “Adelantado” español daba vida a una ciudad que le permitiría a la Corona Española asegurar el libre comercio en la ruta trazada entre Tucumán y el Alto Perú.
El nombre que eligió el fundador llevaba consigo un homenaje: según sus propias palabras, nunca había visto una tierra tan similar a la Córdoba de su España natal.
Hacia fines del siglo XVI comenzó la construcción de la Catedral de la ciudad y posteriormente, en 1599, los Jesuitas se instalaron, fundando el Noviciado y en 1610 el Colegio Máximo del cual derivó en 1613 la Universidad de Córdoba. Ésta es la cuarta más antigua de América y fue por más de dos siglos la única en nuestro país, lo que hizo que con el paso del tiempo a la ciudad se la conociera como “La Docta”.
El patrimonio cultural de la ciudad de Córdoba está constituido por importantes exponentes del pasado colonial entre los que se destacan la Iglesia Catedral, el Cabildo Histórico con sus cárceles subterráneas, la Cripta Jesuítica y la Iglesia de la Compañía de Jesús, el templo más antiguo de la Argentina, considerado un ejemplar único de la arquitectura colonial.
Con el correr de los años, sobretodo ya entrado el siglo XX, Córdoba fue creciendo, constituyéndose en un polo industrial de relevancia y en un punto de referencia en nuestro país, por encontrarse ubicada al centro geográfico del mismo, llegando a ser la segunda ciudad en importancia, luego de Capital Federal.