En el corazón de la provincia de Misiones, donde la tierra es roja como el sol cuando se pierde en el horizonte, se respira naturaleza. En ese entorno boscoso y predominantemente húmedo, donde impera un clima cálido durante casi todo el año, se encuentra Pozo Azul, habitado por la comunidad originaria Tekoa Arandú. Allí viven, se educan, trabajan y rinden culto a su tierra y a sus tradiciones.
En el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, El Pequeño Jerónimo entrevistó al profesor Rodolfo Fernández, Director de la Escuela Primaria N° 812, donde asisten más de cien niños pertenecientes a dicha comunidad.
E.P.J.: ¿Cómo es un día típico en la escuela? ¿Cómo funciona la misma?
R.F.: La escuela es de jornada completa, eso quiere decir que todos los días entramos a las 8 de la mañana y salimos a las cuatro de la tarde. En nuestro establecimiento funcionan tanto el Nivel Inicial como el de Educación Primaria, con un total de 115 niños. Es importante señalar que la matrícula en su totalidad indígena.
Contamos con un aula de nivel inicial a la que asisten 26 niños de entre 4 y 5 años y con tres aulas de educación primaria, en las cuales se trabaja con grados acoplados o múltiples: 1° y 2°; 3° y 4° y 5°, 6° y 7° grados. A lo largo de la jornada, a todos los niños que asisten a la escuela, se les da tanto el desayuno como el almuerzo.
E.P.J.: ¿ A qué cultura pertenece la Comunidad? ¿Sus ancestros siempre habitaron la zona? ¿Cuáles son sus tradiciones más importantes?
R.F.: La Comunidad “Arandú” (Tekoa Arandú), pertenece a la cultura que representa al pueblo indígena Mbyá-Guaraní, pueblo que habita esta zona de América (Misiones en Argentina, y partes de Brasil y Paraguay). Según estudios recientes, se ha podido constatar que mínimo, hace 400 años estas comunidades viven por la zona. Una de sus tradiciones más importantes se basa en el respeto por la naturaleza y tratar de vivir en total armonía con el cosmos. También rescato la espiritualidad que tiene este pueblo, que se manifiesta en ceremonias que contienen cantos, danzas, etc. Esta es una cultura que se ha transmitido milenariamente de forma oral.
E.P.J.: ¿Hace cuánto tiempo sos docente? ¿Cómo se ejerce la docencia en una comunidad originaria?
R.F.: Hace veintiséis años que estoy en esta escuela; soy el primer docente de la misma. Para mí y para mi familia es haber encontrado nuestro lugar en el mundo. La docencia se ejerce de una manera, diría yo que… más tranquila. Los alumnos tienen ganas de aprender y además el apoyo de los padres y de la organización comunitaria facilita toda la tarea en la escuela.
Asimismo es muy importante todo lo que nosotros aprendemos de esta cultura, que ha sido ocultada por la historia oficial. Trabajando acá se aprenden muchos valores que hacen falta en nuestra sociedad como la solidaridad, el saber compartir con los demás, la felicidad – según nuestra mirada, con muy poco – el respeto por la naturaleza…
¿Cómo se aborda en el aula el Día del Respeto a la Diversidad Cultural? ¿Qué piensan los chicos del cambio en la celebración, antes llamado Día de la Raza?
Al Día de la Diversidad Cultural acá lo vivimos como una fecha de reflexión profunda, por supuesto, complejizando el debate de acuerdo al nivel de cada grado. Yo creo que el cambio de nombre de esta fecha particular, no tiene mucho significado para los niños más pequeños pero sí lo tiene en nuestra comunidad en general, donde lo trabajamos entre docentes, padres y alumnos.