Los argentinos celebramos, cada 11 de septiembre, el Día del Maestro. En esta edición, El Pequeño Jerónimo te cuenta la historia de Ivana Maiques, una “seño” nacida en nuestra ciudad, docente de la Escuela Dr. Juan B. Justo, de barrio Villa Siburu. A sus 45 años, Ivana repasa una vida de estudio, trabajo y amor por eterna su vocación: enseñar.
E.P.J. ¿Cuándo supiste que querías ser docente?
I.M. (Risas) Según lo que dice mi mamá, ni bien aprendí a hablar, yo decía que sería maestra.
¿A qué escuela fuiste de pequeña?
Hice la primaria en la Escuela Teniente Benjamín Matienzo, luego en la San Luis Gonzaga y terminé en la Escuela N° 53 – Provincia de Corrientes- , por razones de cambio de domicilio. Al secundario lo hice en la Escuela Superior de Comercio Jerónimo Luis de Cabrera.
Y “formalmente”, ¿cuándo nació tu vocación por enseñar?
Desde los 13 años me desempeñé como ayudante para dar catequesis en parroquias, pasé por grupos juveniles y me desempeñé como catequista. En 1995 comencé mi primer curso a nivel oficial, que me permitió un mayor alcance a nivel comunitario, se llamaba “Curso Anual de Monitores Deportivos Recreativos”. Eso me dio un mejor panorama de las ganas de enseñar y llegar un poquito más allá del vínculo de la enseñanza fría y distante, pudiendo dar un marco de contención social en zonas vulnerables de Córdoba. Con 16 años, empecé a trabajar para Escuelas de Verano, playones deportivos y los campamentos municipales, en el desarrollo de actividades deportivas y recreativas.
Dicen que a la vocación hay fortalecerla todos los días. En tu caso, ¿cómo la fuiste afianzando?
Tuve la suerte de pertenecer a un grupo privilegiado de monitores y profes, con nosotros, quienes éramos alumnos. Incluso hoy seguimos en contacto. Eso nos permitió incrementar conocimientos y desarrollarnos profesionalmente, contando con el apoyo de este grupo hermoso de profesionales. Al terminar la secundaria culminé el “Curso Municipal de Líderes Barriales”, completando mi formación en primeros auxilios, meteorología, análisis de zonas de riesgo y vulnerables ante riesgos climáticos. Luego obtuve mi primer beca municipal laboral en la Dirección de Emergencias Municipal y Sub Secretaria de Participación Ciudadana, donde me fui especializando en las áreas de emergencias pre hospitalarias y emergentología, como el diseño de proyectos en relación al área de capacitación y atención de emergencias.
Además de la enseñanza, te formaste en otras áreas…
He cursado la Carrera de Técnico en Prevención y Atención de Desastres en convenio con Cruz Roja Argentina y fui colabora por Defensa Civil de la Provincia de Córdoba, y participaba de emergencias cuando me necesitaban. Hice el Profesorado de Enseñanza Primaria para complementar la enseñanza de emergencias con la docencia; finalmente me recibí como Profesora de EGB 1 y 2 y Profesora de Nivel Inicial en 2005. Luego ya ingresé por sistema a la docencia formal en el ámbito de la Provincia, transitando por varias escuelas. Incluso estuve como Directora Suplente de Nivel Inicial y Titularicé en la Escuela José María Paz, que fuera “mi casa” por varios años. Luego regresé al ambiente municipal y con mucho esfuerzo pude seguir con capacitaciones, voluntariados, apoyos en eventos de la municipalidad y combinar la docencia con ser mamá de tres hermosos hijos.
¿Cómo es un día en tu vida?
Me levanto tempranito para terminar alguna cuestión de mi trabajo y a las 5:45 levanto mis hijos para desayunar y prepararse para ir a la escuela. A las siete están listos para que los busque el transporte escolar, y ahí empieza mi preparación para salir a la escuela. Desde hace tres años tengo la suerte de pertenecer a la hermosa comunidad escolar de la Escuela Dr. Juan B. Justo, de barrio Villa Siburu. Luego salgo del colegio – a veces me quedo a cubrir alguna compañera – y regreso a casa o me voy directo a algún curso de capacitación cuando los estoy realizando. A veces llevo mis a controles médicos o deportes, hacemos tareas, compras, ordenar la casa y también corregir, preparar mis clases y buscar material.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
El contacto con mis alumnos, de la edad que sean. Allí todos tenemos posibilidades de aprender, de superarnos día a día, de dar desde nuestros estudios y conocimientos posibilidades de progresar y de ir hacia adelante en la vida.
¿Cómo es tu relación con los alumnos?
Creo que la mejor, los adoro y los extraño mucho, son una gran dosis de motivación para darles lo necesario para completar su vida con su historia.
¿Qué representa la educación en tu vida?
La educación, entendida como formación, son alegrías, intrigas y posibilidades de crecer y progresar, en lo personal y en lo profesional.
¿Cómo imaginas tu vida cuando te jubiles?
Mmmm…. Me es difícil imaginarme jubilada porque siempre he trabajado desde muy chica en ámbitos formales e informales, con y sin dificultades, así que creo que no existe en la vida una jubilación a una forma de vida, pero entiendo que te referís al recuerdo que esas personitas tendrán de mí, simplemente de esa seño que tiene una sonrisa, una mareadita del futbol, un consejo o alguna participación de un acto. Una persona que ama y respeta las posibilidades de cada alumno, y cree que todos tenemos potencialidades a relucir y destacar. Una seño no muy ortodoxa y convencional.